Un abrazo, una sonrisa, un saludo, un mensaje de texto, una visita, cosas que puedes hacer
sin tanto esfuerzo, cosas que están al alcance de tu mano y tiempo, pero esas cosas las evitas hacer, prefieres “un tiempo para ti, porque lo mereces”, pero no piensas que todos necesitamos de todos.
Sonreímos cuando alguien nos manda un mensaje, cuando nos saludan, sonreímos porque nos sentimos queridos, amados.
Hace falta mucho por cambiar cuando te das cuenta que no haces nada de esto.
Esperas ver a una persona por casualidad en la calle y la saludas, diciendo: Pensaba en ti y “justo” te iba a escribir. A veces esas cosas no son casualidades, nada es casualidad.
No trates de evitar a nadie. Todo lleva tiempo, el escribir mensaje, el invitar a alguien un café, el visitar, el dar un saludo y preguntar ¿como estas?, Pero ese tiempo es único y valioso. El tiempo jamás vuelve y mientras más dejes de saber de una persona más te estas perdiendo de su vida y ella de la tuya, recuerda: Las buenas compañías son valiosas.
No dejes que se aparten de ti por tu orgullo, por preferir que te busquen y no tu a ellas, muestra tu amor, interés por los demás, recuerda que el amor es una característica que diferencia a un cristiano de un incrédulo (Juan 13:35), pero también recuerda que el orgullo es un pecado muy grave, el pecado que hizo que Satanás fuera expulsado del cielo, queriendo ser igual a Dios, queriendo recibir la gloria de Dios y no darle gloria a Dios.
Muchas de nosotras queremos ser buscadas, queremos que nos saluden y ser "populares" las "más solicitadas", y en ese orgullo solo nos sentamos a esperar que alguien venga y nos diga "cosas buenas de nosotros" que te diga: "Que bien te vez hoy, que bonito cantas, que bien enseñas a los niños de la iglesia, que buena esposa eres, que joven tan carismática, etc." y muchas cosas que levantan el ego, y no eres capas de ir con alguien y decirle alguna virtud que tiene, de ser una mujer humilde y sencilla.
La mentira del enemigo es que tu te sientas más importante que otra persona.
Deja a un lado tu orgullo, alegrale el día a alguien, muestra tu amor, comparte de las bendiciones que Dios te da, comparte la salvación a alguien más, muéstrate como una amiga.
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano. (Proverbios 18:24)
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