Humildad

A nadie le gusta ser humilde ¿Cierto? Siempre será difícil porque a nuestra carne no le gusta ser humillada, siempre queremos tener la razón en todo y si nos equivocamos el orgullo actúa como chispa y llegamos incluso a enojarnos con los demás antes de reconocer el error que se haya cometido, me pasa en algunas ocasiones porque claro, al igual que tú estoy siendo moldeada y aún sigo en este cuerpo pecador.

Sin embargo cuando actuamos humildemente reconociendo el error e incluso pidiendo perdón (si es el caso) sentirás un alivio que no tiene comparación pues esa simple "humillación" te va formando un carácter manso y piadoso.

Debemos recordar que Cristo es el mayor ejemplo de humildad, de paciencia, de mansedumbre y nuestra meta es Ser como el, un hombre perfecto.

Así que la próxima vez que te equivoques piensa si quieres parecerte a Cristo o a la gente de este mundo que lo único que quiere es satisfacción.

Hacer las cosas del mundo es "fácil" de hecho todos nacemos siendo pecadores, a nadie le enseñas a hacer lo malo, ya sabemos hacerlo, por eso y más necesitamos a Cristo, necesitamos conocerlo más para imitarlo.

Ora al Señor para que seas siempre guiad@ a actuar de la manera correcta, que no sean tu actuando, si no el en ti, que puedas aprender a ser paciente y humilde y que con tu contucta sepan ver a Cristo.

Compártenos tu experiencia, y como te ayudo esta lectura.